«¡Tendré que decirle no a mi madre!»

Cuando me preguntan por qué voto a la derecha, me gusta pensar en esta situación hipotética que les diré.

Aunque mi madre, alguien a quien amo tanto, una mujer honesta, que toda su vida fue y es honrada, se postulara como presidente del país, con ideología izquierdista, por más que la ame y que sepa que sus intenciones son buenas, no la votaría, ¿por qué?

En primer lugar, porque soy cristiano y no hay cristiano izquierdista. En segundo lugar, esta ideología es mala, es 100 % contraria a los principios bíblicos, familiares, morales, civiles, espirituales, por eso, no la votaría.

Le diría: «Mamá, ¡te amo! Te estimo, pero sé que no podrás hacer nada por nuestro país, sé que no podrás hacer lo que te gustaría, ¿por qué? Porque la ideología que sigues es contraria a la justicia, a la fe, a la misericordia, a las enseñanzas del Señor Jesús, a la Sagrada Biblia. Por lo tanto, no te votaré».

Con esto no quiero decir que estoy a favor y que concuerdo 100 % con la derecha, pero estoy en desacuerdo 100 % con la izquierda. Porque la derecha es la más cercana a las enseñanzas bíblicas, civiles, espirituales, familiares y morales.

Jesús dijo:
«El que no es Conmigo, contra Mí es; y el que Conmigo no recoge, desparrama.» Mateo 12:30

Recuerde:

«La gente inteligente habla de ideas, la gente común habla de cosas, la gente mediocre habla de gente.»

Obispo Júlio Freitas