¿Usted va hacia allá?

Ya está todo preparado, solo falta que nuestro Rey vuelva a buscarnos y llevarnos a nuestro hogar celestial, para librarnos de la gran tribulación que está por venir sobre la tierra.

Esa es la razón por la cual nosotros, Sus siervos, debemos enfocarnos en lo que realmente importa: nuestra santificación, la salvación de las almas y el sello de los que aún no fueron bautizados con el Espíritu Santo, para no quedar atrás cuando Él venga.

Es muy triste y decepcionante que haya pastores, esposas y obreros en nuestro medio que están más preocupados por las cosas de esta vida que por las celestiales, espirituales y eternas, es decir, por las que realmente son importantes.

«… en los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del Evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios.» 2 Corintios 4:4

Ellos también forman parte de la profecía, porque hay muchos «cristianos» en nuestros días que no se inclinan ante una imagen de yeso y de madera, pero lo hacen ante las vanidades; las facilidades; los sentimientos, como la malicia y el orgullo; los deseos de la carne y, principalmente, las falsas enseñanzas que se han difundido en el medio evangélico.

De una manera muy sutil, incluso por medio de la inteligencia artificial, el diablo ha logrado hacer que muchos se sometan a él, aun sin darse cuenta.

Por eso, ¡santifiquémonos (guardémonos) hasta el fin!

«… Hijo de hombre, Yo te he puesto por atalaya a la casa de Israel; oirás, pues, tú la palabra de Mi boca, y los amonestarás de Mi parte.» Ezequiel 3:17

#EspírituNuevoVidaNueva

¡Nos vemos en la IURD o en las nubes!
Obispo Júlio Freitas