El martes 19 de septiembre, se realizó el Seminario para los que quieren servir a Dios hasta su último suspiro.
En la oportunidad, ellos aprendieron que el siervo de Dios, que tiene la unción Divina, no busca un título, sino que su único deseo es que cada acción y decisión esté de acuerdo con la voluntad del Todopoderoso.
El Señor busca siervos que se vuelvan Sus discípulos, para poder instruirlos y guiarlos según Su voluntad. De esta manera, ese siervo no considerará más a las personas solo como personas, sino como almas; como el Señor Jesús, quien, además de Hijo, fue siervo y Se entregó para ganar el alma de todos, para cumplir la voluntad del Padre que lo envió.
Seminaristas, comenten en esta publicación lo que aprendieron en el último Seminario del Altar.
De aquí en adelante, todo será diferente.
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#DeAquíEnAdelanteTodoSeráDiferente