¿Por qué Dios quiere sacarlo de la esclavitud?

En el libro de Éxodo capítulo 29, versículo 45, dijo Dios:

“Y habitaré entre los hijos de Israel, y seré su Dios”. 

La razón por la cual Dios quiere liberarnos de la esclavitud —sea ella una adicción, un trauma, complejos, rencores, dudas, ansiedades, temores— es para habitar entre nosotros, en nosotros, hoy el Espíritu Santo quiere habitar adentro de nosotros, dijo Jesús.

Cuando nosotros nos entregamos a Dios de hecho y de verdad por medio del sacrificio voluntario, en el que renunciamos a nuestras emociones, a nuestras costumbres, a nuestras manías, es decir, un sacrificio emocional, sacando a personas, a sentimientos a los que valorábamos más que a Dios —como padres, pareja, hijos, hermanos—, cuando sacrificamos emocionalmente amando a Dios por sobre todas las personas, más que a todos;

Cuando sacrificamos además de emocionalmente también espiritualmente, obedeciendo a Él, confiando en Él, obedeciendo y creyendo en Su Palabra, reverenciando a Dios, aunque nosotros no entendamos todo al principio, pero eligiendo creer y confiar;

Cuando sacrificamos materialmente, económicamente, sacando nuestra confianza y nuestra dependencia de bienes materiales, de cosas, del dinero que nos es necesario para vivir, vestir, habitar, trabajar, negociar —porque el dinero es importante, es fundamental en la vida del ser humano en sociedad, pero no debe ser más importante que Dios—, y lo sacrificamos voluntariamente, entonces Dios habita en nosotros.

Cuando el sacrificio es espiritual, emocional y material, este sacrificio Lo atrae y Él habita en usted y pasa a ser su Dios, está escrito aquí:

“… y seré su Dios”. 

Hay gente para la que su dios es su pareja, su empresa, sus sentimientos, su orgullo, sus conocimientos, es decir, no quiere sacrificar espiritual, emocional ni materialmente, y Dios respeta esta decisión, pero tampoco puede habitar ni ser el Dios de esta persona, llenarla, realizarla.

Él sigue hablando:

“Y conocerán que Yo Soy el Señor su Dios …”

Dios quiere dejarse conocer, Dios quiere revelarse a uno, Su Presencia hace eso, esta transformación se da cuando uno recibe Su Espíritu.

¡Esta es la propuesta de la Hoguera Santa de la Indignación en el Monte Sinaí!

En el Monte Sinaí usted tendrá la oportunidad de recibir el Espíritu de Dios. Usted tiene que indignarse de no tener el Espíritu de Dios, el Monte Sinaí es para los que están decididos a recibir la Presencia de Dios, el Espíritu Santo, y conocerLo, como dijo Dios:

“… que los saqué de la tierra de Egipto —de la esclavitud— para morar Yo en medio de ellos”.

Dios quiere morar en usted, en mí, Dios quiere morar en nosotros porque solo cuando Él mora en nosotros nos volvemos felices y realizados de verdad.

“Yo Soy el Señor su Dios”.

Cuando Dios mora en uno, entonces sí Él puede decir “Yo Soy su Dios”.

Dios quiere morar en usted para que todo el mundo vea que Él es su Dios que está por encima de todos y de todo y por eso no le falta nada. A aquellos que tienen al Señor por su Verdadero y Único Dios no les falta nada. Piense en esto.

Que Dios le revele el sacrificio espiritual, emocional, amistades, noviazgo, relación abusiva…

Sacrifique, que Dios le revele qué sacrificar espiritualmente en esta Hoguera Santa. 

Diga: “ahora es mi turno de ser bautizado, de ser sellado con el Espíritu Santo”.

Y a los que ya lo son, esta Hoguera Santa es para que usted vea la Gloria de Dios en su familia, en su salud, en su vida económica, en su matrimonio.

Ob. Julio F.
¡Nos veremos en la IURD o en las Nubes!

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