Testigo Fiel

No existió, no existe y no existirá nadie que haya obedecido a Dios INCONDICIONALMENTE y haya sido defraudado.

Es importante aclarar esto, porque hay personas que obedecen parcialmente, en algunas cosas, pero Dios espera de nosotros obediencia incondicional, porque Su Entrega y Su Obediencia al Padre fueron incondicionales, Su Amor hacia nosotros fue incondicional, y Él lo probó no diciendo “Te Amo”, sino probando con actitudes que amaba.

Hay muchas personas que dicen: “Te amo Jesús”, pero no han probado en nada que Lo aman. Aun estando en la Iglesia y siendo conocedores de la Palabra de Dios y deseando el Espíritu Santo no Lo reciben, porque falta la obediencia incondicional, independiente de las circunstancias, de los problemas, de los errores cometidos.

Obedecer es una elección, es la decisión de poner en práctica lo que Dios manda y ya está, con o sin voluntad, orar, perdonar, trabajar, ser honesto, sacrificar, confiar, ayunar, evangelizar, servir, dar, ¡dar! Porque si digo que tengo entonces debo dar. Y si quiero servir y dar aún más, entonces tengo que dar mi obediencia.

La obediencia separa a las ovejas de los cabritos, a los hijos de las criaturas, la obediencia separa a los hijos de Dios de los hijos del diablo. El Planeta sería una maravilla si todos los seres humanos fueran hijos de Dios, el Planeta sería el Jardín del Edén, pero no lo es.

Vea lo que dice el Texto Sagrado en el versículo 32 del capítulo 5 del libro de los Hechos de los Apóstoles:

“Y nosotros somos testigos de estas cosas; y también el Espíritu Santo, el Cual Dios Ha Dado a los que Le obedecen”. Hechos 5:32

Nosotros somos testigos oculares de miles de testimonios de personas que llegaron a la Iglesia Universal desahuciadas, adictas, descreídas, en el homosexualismo, en el lesbianismo, en la corrupción, en la violencia, en la delincuencia, idólatras, incrédulas, anónimas, famosas, al extremo de estar en situación de calle o ricas… en la Iglesia Universal tenemos testimonios para todos los niveles y gustos, porque la Iglesia está establecida en 142 países, ¡son más de 20 millones de personas que buscan a Dios los domingos!

Los miles de casos verídicos que hemos exhibido a diario en la programación de la Iglesia y en las reuniones prueban que el Dios de la Biblia sigue igual, el Espíritu Santo no ha cambiado Su manera de trabajar y Ha Entrado y Habitado en aquellos que han elegido obedecerlo incondicionalmente.

Es verdad que al ser humano le gusta imponer condiciones, pero a Dios no podemos imponerle la condición de creer y confiar solo cuando todo va bien o cuando Él atiende nuestras necesidades y expectativas. Dios espera de nosotros una confianza, una entrega, una dependencia, una obediencia incondicional, porque no hay, no hubo y no habrá nadie que pueda decir “yo obedecí a Dios y me equivoqué”, “yo obedecí a Dios y caí en tentación”, “yo obedecí a Dios y me corrompí”, “yo obedecí a Dios y Él me defraudó”. No hubo, no hay y no habrá nadie en el mundo ni en la historia de la humanidad que diga “yo obedecí a Dios y me perdí, me estaba yendo muy bien y empecé a obedecerlo y me perdí, no tengo dirección, no sé hacia dónde ir”. No hubo, no hay y no habrá nadie que diga “yo obedecí a Dios y Él no me correspondió”. No existió, no existe y no existirá…

“… nosotros somos testigos…” Hechos 5:32

¿Quién puede ser testigo? Una persona que no estuvo presente y escuchó algo, o alguien le relató una situación, ¿puede decir “yo soy testigo”? No. Para ser testigo usted tiene que haber estado presente. El juez exige que la persona haya estado presente, la primera pregunta del juez es: “¿Estaba usted presente? ¿Estaba en el momento del accidente, de la situación, del agravio, del asesinato y lo vio?” Si solo lo escuchó va a segundo plano, solo los que vieron y estuvieron presentes forman parte del grupo de los testigos fieles.

“… nosotros somos testigos de estas cosas; y también el Espíritu Santo, el Cual Dios Ha Dado a los que Le obedecen”. Hechos 5:32

Si usted usa la fe para conquistar lo va a hacer, pero eso no garantiza que sea testigo de conocer a Dios como Padre siendo Su hijo, ¡eso solo va a suceder cuando se entregue por entero!

Obispo Júlio Freitas
¡Nos vemos en la IURD o en las Nubes!

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