Cómo poner una piedra sobre el pasado

En el padre nuestro, Jesús enseña sobre la importancia de perdonar para ser perdonado. Eso es lo único que repite en la oración, la importancia de que el ser humano perdone. Él solo entra en detalles cuando habla sobre el perdón. ¿Por qué? Porque el perdón es difícil. Sin embargo, también deja en claro que, cuando perdonamos, estamos probando que somos superiores y más fuertes que el mal que nos causaron.

«Porque si perdonáis a los hombres sus transgresiones, también vuestro Padre Celestial os perdonará a vosotros.» Mateo 6:14

La condición para ser perdonados por Dios es perdonar a los hombres. Cuando lo hacemos, Él nos perdona.

Dios es misericordioso, justo, benigno, y Su voluntad es buena, agradable y perfecta.

¿Sabe a quién debemos perdonar primero? A nosotros mismos. Muchas personas tienen dificultades para perdonarse a sí mismas, pero es necesario aprender a perdonarnos y a perdonar a quien nos ofendió.

Cuando perdonamos, dejamos de mirar hacia atrás. El perdón no es un sentimiento, con o sin ganas decidimos perdonar. Si usted dice: «Pero no siento en el corazón las ganas de perdonar», ¡sepa que nunca las sentirá!

Jesús dijo que el corazón es engañador. El perdón no es una cuestión de sentir, el perdón es necesario para que seamos perdonados. Además, cuando perdonamos, nos hacemos más bien a nosotros mismos que a quien perdonamos.

Cuando no perdonamos a quien nos ofendió, nos estamos haciendo un mal peor que el que nos hicieron. Aprenda esto de manera definitiva y póngalo en práctica, porque su alma y su Salvación dependen de esto.

Jesús insistió:

«Pero si no perdonáis a los hombres, tampoco vuestro Padre Celestial perdonará vuestras transgresiones.» Mateo 6:15

Todos cometemos transgresiones. Por eso, independientemente de lo que usted hizo, perdónese.

El Señor es la roca de la Salvación que no lo rechazará, sino que lo perdonará, pondrá una piedra sobre su pasado y le dará un nuevo nombre, una nueva vida.

Sepulte su pasado. ¿Qué es sepultar el pasado?

• ¡Bautizarse en las aguas!
• Tomar la decisión de abandonar el pasado, el error, el pecado. Esa decisión no es un sentimiento, sino un razonamiento, es decidir cambiar de vida, de dirección.

Obispo Júlio Freitas
¡Nos vemos en la IURD o en las Nubes!

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