8 motivos que apartan a alguien de Dios y de la Iglesia – Parte 4
4° LUGAR: Cometió un pecado
Desde el principio de la humanidad, el pecado ha sido una causa de separación entre el hombre y Dios. El pecado promete placer momentáneo, pero con el tiempo esclaviza y engaña. Lo que al principio parece inofensivo o incluso satisfactorio, inmediatamente después de su consumación se convierte en una acusación seguida de una carga–peso que oprime el alma y aleja a la persona de la práctica de la Fe-Inteligente, así como de la Oración diaria y personal y de la meditación en la Palabra de Dios.
Los demonios siempre usaron y usarán el pecado para distorsionar la relación de la criatura con el Creador. El pecado tiene el poder de alejar a una persona de la Iglesia-Casa de Dios y de Su Presencia.
Hay varios motivos, pero los 4 más comunes son:
- El Pecado Rompe la Comunión con Dios
Dios es Santo y Puro, y el pecado es lo contrario. La Santidad de Dios no puede coexistir con la impureza del pecado, lo que provoca una separación espiritual. Dios Desea una relación cercana e íntima con cada persona, pero el pecado crea una barrera que interrumpe esa comunión por parte de los que insisten en el error.
El pecado repetido hace que el corazón se vuelva insensible a la Voz de Dios y a la convicción del Espíritu Santo. Una persona que continuamente ignora las Alertas, los Mandamientos y la Corrección de Dios, comienza a justificar sus malas acciones y a alejarse poco a poco.
- Sentimiento de Culpa y Vergüenza
Cuando una persona peca puede experimentar culpa, vergüenza y autocondenación, lo cual puede hacer que evite acercarse a Dios. Esto puede llevarla a pensar que todos en la Iglesia la están juzgando o hablando sobre ella, sobre su error, sobre su pecado.
El pecado no solo rompe la Comunión con Dios, sino que también genera un sentimiento de culpa que puede hacer que la persona se esconda espiritualmente. En lugar de buscar a Dios para su restauración, muchos optan por alejarse, creyendo erróneamente que ya no son dignos de Su Perdón y Misericordia.
- Pérdida del placer de Buscar a Dios
El pecado roba la paz y el gozo que provienen de una relación íntima con Dios, privando a la persona de la Alegría de estar en Comunión con Él.
La oración es el canal de comunicación con Dios, pero, cuando alguien vive en pecado sin arrepentimiento, su conexión con Él es interrumpida y se debilita. Esto no significa que Dios no esté dispuesto a perdonar, sino que el pecado crea una distancia que interfiere en la intimidad con Él, afectando la disposición para orar y para asistir a Reuniones prácticas de Fe-Inteligente.
- Todo pecado tiene consecuencia
Aquellos que persisten en el pecado no logran regresar a Dios. Sin embargo, hay casos en los que una persona elige alejarse a cambio de un placer momentáneo o una sensación de bienestar, y estas malas decisiones inevitablemente traen consecuencias espirituales terribles.
“Oh Señor, esperanza de Israel, todos los que Te abandonan serán avergonzados. Los que se apartan de Ti serán escritos en el polvo, porque abandonaron al Señor, fuente de Aguas Vivas”. Jeremías 17:13
Lo he dicho por 3 décadas y se lo repito a todos los que tengan humildad y sinceridad para aceptar este hecho: Peor que pecar, es no reconocerlo, no confesarlo y, por fin, no abandonarlo.
Porque para todos los pecados hay Perdón y Salvación.
Pues lo que Hizo nuestro Señor Jesús en la Cruz fue más que suficiente.
¿Le ha ayudado este blog? Cuénteme su experiencia en los comentarios.
Obispo Júlio Freitas
Nos vemos en la IURD o en las Nubes!
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