Una mañana maravillosa en el Templo de los Milagros en Buenos Aires, Argentina.
«Bienaventurados los que procuran la paz, pues ellos serán llamados hijos de Dios.» Mateo 5:9
¡La paz es tan importante como el oxígeno! Y el único que puede darle la paz es el Señor Jesús, a través del perdón de los pecados.
Cuando alguien tiene paz, está seguro, por eso, Dios quiere que busquemos la paz.
Luego del perdón de pecados, la persona tiene paz y se siente segura, porque se vuelve hija de Dios.
¡Escriba su comentario sobre cómo fue El Día de la Profecía en su vida!
De aquí en adelante, todo será diferente.
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