Un domingo por la mañana de pura fe, en el Templo de los Milagros, Buenos Aires, Argentina.
«Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios.» Mateo 5:8
¡El secreto para ver a Dios es guardar el corazón!
«Profeticé, pues, como me fue mandado; y hubo un ruido mientras yo profetizaba, y he aquí un temblor; y los huesos se juntaron cada hueso con su hueso.» Ezequiel 37:7
· «Pues»: Podemos hacer las cosas a nuestra manera o a la manera de Dios, pero hay cosas que debemos hacer con o sin ganas.
· «Profeticé»: Tenemos que hablar sobre lo que está escrito en la Biblia, no en nuestros pensamientos.
· «Ruido»: Se refiere a los testimonios. Hay dos tipos de ruido:
1.º ¡Ay!, de dolor.
2.º ¡Ah, qué día!, de alegría.
· «Los huesos»: Significa lo que está separado en la vida de una persona.
«Y miré, y he aquí tendones sobre ellos, y la carne subió, y la piel cubrió por encima de ellos; pero no había en ellos espíritu.» Ezequiel 37:8
No basta solo tener buenos testimonios, ¡sin el Espíritu Santo no podemos vivir!
«Y me dijo: Profetiza al espíritu, profetiza, hijo de hombre, y di al espíritu: Así ha dicho Dios el Señor: Espíritu, ven de los cuatro vientos, y sopla sobre estos muertos, y vivirán.» Ezequiel 37:9
No se conforme solo con alcanzar las bendiciones, ¡porque eso no es todo!
Si alguien no es poseído por el Espíritu Santo, ¡vivirá como un muerto en vida!
¿Cómo fue su domingo? ¡Deje su comentario!
¡De aquí en adelante, todo será diferente!
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