Jesús pasaba por las ciudades y las aldeas

Usted no puede estar aferrado a ningún pastor u obispo de la Iglesia Universal, aunque a veces se identifique o simpatice más con uno que con otro, lo que es normal.

Debemos tener en mente que la estadía de ese siervo de Dios es momentánea y tiene la misión de ganar Almas.

«Pasaba Jesús por ciudades y aldeas, enseñando, mientras proseguía camino a Jerusalén.» Lucas 13:22

Ningún pastor de la Iglesia Universal es un residente fijo de un lugar. Puede suceder que se quede años en un mismo lugar o que solo esté ahí meses o semanas. ¿Quién decide eso? El Espíritu Santo.

No podemos aferrarnos a un pastor, debemos aferrarnos al Único obispo y pastor de nuestra alma: El Señor Jesucristo.

«Porque vosotros erais como ovejas descarriadas, pero ahora habéis vuelto al Pastor y Obispo de vuestras almas.» 1 Pedro 2:25 RVR1960

Incluso podemos decir: «Pero el pastor me ayudó, me acompañó y luchó conmigo». No, no hicimos más que nuestra obligación como cristianos que somos.

«… de gracia recibisteis, dad de gracia.» Mateo 10:8

Nosotros, obispos, pastores, auxiliares, misioneros, obreros y siervos, recibimos de gracia y de gracia damos. Por lo tanto, esperamos que usted haga lo mismo con los que están llegando y con los que aún llegarán a la casa de Dios.

Obispo Júlio Freitas
¡Nos vemos en la IURD o en las Nubes!

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