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Las 3 cosas que los demonios más odian de nosotros

7 de agosto 2024

Las 3 cosas que los demonios más odian de nosotros

1.ª Que seamos verdaderos, de la Verdad y vivamos por la Verdad

El que vive en la Verdad no tiene nada de qué avergonzarse, porque es sincero, correcto y honesto en todo y con todos.

El verdadero siervo de Dios es honrado en lo que hace y da el ejemplo con su vida y con sus actitudes, así como el Señor Jesús, que fue un ejemplo para Sus discípulos, por eso, Él no tenía de qué ser acusado. Después de todo, JESÚS ES EL CAMINO, LA VERDAD Y LA VIDA.

De esta manera, el que vive en la Verdad, que es el Señor Jesús, es justificado y honrado por Él, además de tener una conciencia tranquila.

Por lo tanto, si vivís el propósito por el que fuiste llamado, de la Verdad y por la Verdad, los demonios podrán intentar e incluso retorcerse de rabia, pero no tendrán poder ni motivos para acusarte o tocarte.

2.ª Que seamos unidos, que tengamos un solo espíritu, corazón e ideal

El que recibió al Espíritu Santo y fue llamado para servir a Dios vive bien con sus compañeros de fe.

Entre ellos no hay confusión, rebelión o división, al contrario, conviven unidos en un solo espíritu, unidos en la misma fe y tienen el mismo objetivo: llevar las Buenas Nuevas del Evangelio a los sufridos y propagar la Salvación a través del Señor Jesús.

Los verdaderos hombres y las verdaderas mujeres de Dios no desean la gloria para sí mismos, sino que se esfuerzan para convivir en armonía, superando las diferentes opiniones, dejando de lado la vanidad en pro de la única Verdad absoluta que deben obedecer: la Palabra de Dios.

3.ª Que hagamos discípulos por donde vayamos

Así como un día vos fuiste pacientemente cuidado por un siervo de Dios, hoy tenés que hacer lo mismo.

La mayor prueba de que alguien nació de Dios, que fue transformado y que es salvo, es que también quiere salvar. Y para que más personas sean alcanzadas necesitamos aumentar el ejército de la fe.

Por lo tanto, no seas egoísta, no escondas lo que aprendiste, compartí tu fe y tu experiencia con los que están llegando; sé paciente y sabio al momento de enseñar.

De esta manera, colaborarás a que más personas reciban lo mismo que vos recibiste y las ayudarás a que lleguen al Reino de los Cielos.

Pero no pienses que esta será una batalla fácil, porque el diablo y sus demonios luchan para impedir el avance de la Obra de Dios.

Por eso, no te olvides de tu responsabilidad de hacer discípulos, revé tus actitudes, volvé al primer amor, entregate más a Dios y empeñate en formar nuevos discípulos.

Vemos las señales del fin, la maldad está aumentando en este mundo y es momento de esforzarnos más para que, en medio de tantas tinieblas, la luz de la Palabra de Dios, que es la Verdad que libera, alcance a más y más personas.

El apóstol Pablo, guiado por el Espíritu Santo, les dejó estas pautas a los siervos de Dios:

«Yo, pues, prisionero del Señor, os ruego que viváis de una manera digna de la vocación con que habéis sido llamados, con toda humildad y mansedumbre, con paciencia, soportándoos unos a otros en amor, esforzándoos por preservar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz. Hay un solo cuerpo y un solo Espíritu, así como también vosotros fuisteis llamados en una misma esperanza de vuestra vocación; un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo, un solo Dios y Padre de todos, que está sobre todos, por todos y en todos. Pero a cada uno de nosotros se nos ha concedido la gracia conforme a la medida del don de Cristo». Efesios 4:1-7

¡Fuerza! ¡Dios está con vos y yo también!

Obispo Júlio Freitas
¡Nos vemos en la IURD o en las Nubes!

#IglesiaUniversal
#TemploDeLosMilagros
#DeAhoraEnAdelanteTodoSeráDiferente

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