¿Qué hacer para que mi sacrificio sea aceptable?
“Y decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de Mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día y sígame”. Lucas 9:23
Palabras del Señor Jesús que nos revelan el secreto para hacer el sacrificio de manera que sea aprobado.
¿Qué hacer para que mi sacrificio sea aceptable, aprobado por Dios? Jesús contestó a esta pregunta, porque hay 2 necesidades distintas que son: la Promesa de la Presencia de Dios y la Promesa de la Tierra Prometida. Pero ambas necesidades exigen la misma cosa de cada uno de nosotros, el SACRIFICIO TRINO: el sacrificio espiritual, emocional y material.
El sacrificio espiritual es revelado aquí en Lucas 9:23, cuando Jesús dice:
“Si alguno quiere venir en pos de Mí, niéguese a sí mismo…”
El sacrificio espiritual de negarse a uno mismo es el primer nivel del sacrificio. Hay 3 niveles: el espiritual, el emocional y el material. Jesús habla sobre eso.
El primero es el espiritual, de negarse a sí mismo, de arrepentirse de verdad, tomando la decisión de abandonar el pecado, sea el que sea, sea el pecado de la mentira, de la adicción, de la promiscuidad, del orgullo.
Cuando uno se arrepiente de verdad y toma la decisión de abandonar el pecado definitivamente, se bautiza en las aguas, sepulta su vieja vida, sus fantasías, sus manías, sus inclinaciones, comienza a ayunar, a meditar en la Palabra de Dios, a evangelizar, a dar su testimonio, no solo en la calle a los desconocidos sino empezando en su propio hogar, en su trabajo, con su testimonio de carácter, comienza a amar al prójimo, que es hacer el bien sin esperar nada a cambio. Todo esto es negarse a sí mismo, negar sus inclinaciones. Ese es el sacrificio espiritual que hace que su sacrificio sea aceptable y aprobado por Dios.
Dios le va a revelar cuál es el sacrificio espiritual que usted necesita hacer en esta Hoguera Santa, como así también el emocional y el material.
El domingo 17, cuando usted suba al Altar del Dios Vivo —por más simple o pequeño o grande que sea, como el del Templo de los Milagros en la Sede de Buenos Aires, no importa, este Altar está santificado, dedicado al Dios Vivo— si sube negándose a sí mismo, eso querrá decir que está subiendo al Altar aceptando a Dios y lo que Él le ha pedido en sacrificio.
Por eso usted va a escribir su propia petición, va a conseguir su propio papel en el que va a escribir su petición, va a providenciar su propio sobre en el que va a poner su petición junto con su sacrificio material, emocional y espiritual, y va a subir al Altar seguro de que no le falta negarse en nada a sí mismo. ¡Usted tiene que negarse a sí mismo para que su sacrificio sea aceptable, aprobado por Dios!
Mi esposa Viviane y yo agarraremos su petición y la llevaremos al Monte Sinaí, en Arabia Saudita, un viaje largo, sacrificial. La última vez que estuvimos allá fuimos los primeros, un sueño a realizar de muchos años, llegar al Monte Sinaí en Arabia Saudita. Tuvimos el honor de organizar el primer viaje rumbo al Monte Sinaí, el Monte de la Alianza de Dios con Su pueblo, y solo en la frontera de Jordania hacia Arabia Saudita empleamos 5 horas, ¡muy extenuante!, además de las 12 horas de viaje. Fue un día muy significativo en nuestras vidas, para nosotros y para todas las personas que fueron. Es un sacrificio, sumado a la humillación que a veces sufrimos, el preconcepto por no ser entendidos en por qué razón usamos la fe de esta manera, llevando peticiones de personas de diferentes países con un único objetivo: agradar a Dios, glorificar a Dios.
Como dijo Jesús:
“Aquel que quiere venir en pos de Mí, niéguese a sí mismo…”
Así que no espere que las personas le apoyen, le comprendan o acepten la visión y el sueño que Dios le ha dado.
Si usted reconoce que necesita la Presencia de Dios, el Espíritu Santo, enfóquese en eso, ponga toda su fuerza y haga su sacrificio trino para que sea aceptable y usted sea bautizado con el Espíritu Santo.
Si su necesidad es ver la Gloria de Dios porque usted ya tiene Su Presencia, si usted quiere que se cumpla la Promesa de Dios en su economía, en su matrimonio, en su salud, en su vida social y laboral, es un derecho suyo, para que entonces, alcanzando la Tierra Prometida, usted pueda disfrutarla.
Medite en lo que ha sido hablado, en lo que Dios le ha revelado, escuche Su Voz, ¡Él nos revela el sacrificio espiritual que espera de cada uno de nosotros!
Ob. Julio F.
¡Nos veremos en la IURD o en las Nubes!
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