18.° día: Líbrame de mis enemigos
Comúnmente, cuando alguien se vuelve amigo de Dios, es odiado, juzgado, envidiado o amenazado por quienes luego se convierten en sus enemigos.
Comúnmente, cuando alguien se vuelve amigo de Dios, es odiado, juzgado, envidiado o amenazado por quienes luego se convierten en sus enemigos.
Vamos a entregar nuestro Ayuno este Domingo de Resurrección, ¡Nunca más a oscuras!
¿Le hemos pedido a Dios que mire nuestros pecados, errores, o Le hemos pedido que mire nuestro trabajo de buscarLo, obedecerLo, confiar en Él y hacer nuestra parte?
Cuando nos enfocamos en nuestras emociones nos volvemos emotivos, y la tristeza y la angustia solo aumentan.
La peor soledad no es la ausencia de personas sino la Ausencia de la Presencia de Dios.
¿Hemos estado mirado al Señor, a Su Palabra, o a nuestras limitaciones, a las personas, a los problemas?
Los Secretos De Dios son Su Perdón, Paz, Felicidad, Protección, ser Guiado por Él. Pero Su Pacto es lo Máximo de Él para nosotros.
El error de mucha gente es priorizar a personas o a cosas, por pensar que prosperidad es sinónimo de más dinero, mucho dinero, bienes y fama.
¿Cuántas personas se quejan de que, en el momento de la desventura, del sufrimiento, Dios «no las miró», y dejó que sucediera aquel mal?