Andar en el camino de la obediencia a Dios nos conduce a la vida plena y Eterna.
No basta indignarse contra la situación, ¡es necesario tener la Dirección Divina!
Las correcciones nos muestran lo mucho que nuestras emociones nos engañan.
Dios no Se complace de nosotros por las obras, sino por lo que somos delante de Él.
¡Permanezca en la presencia de Dios y sus fuerzas serán renovadas!
¡Cuando el Espíritu Santo entra e ilumina nuestro ser, no hay más espacio para el miedo!
Dios permite las dificultades para que sepamos quiénes somos realmente.
El Nuevo Nacimiento sucede cuando leemos, escuchamos y practicamos la Palabra de Dios.
¿A quién le gusta estar cerca de alguien que siempre se está quejando? ¡A Nadie!
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