15 de abril
¡Que a partir de hoy sus palabras sean de gratitud, no de murmuración!
Porque nosotros somos, nosotros hacemos. No podemos aceptar hacer algo para Dios y no ser de Él.
Dios no perdona solo algunos pecados, sino todos los pecados, desde que haya arrepentimiento.
Dios es el único que puede guardar y librar nuestra alma de los peligros espirituales y físicos.
Dios desea lo mejor para usted, pero para que eso se concretice es necesario confiar, trabajar y obedecer Su Palabra.
Cuando alguien muere para sus voluntades, recibe la Mayor Promesa de Dios: el Espíritu Santo.