29 de diciembre
Trabaje, pero no haga del dinero su señor. ¡No abandone a Dios para administrar el dinero con el que Él lo bendijo!
Trabaje, pero no haga del dinero su señor. ¡No abandone a Dios para administrar el dinero con el que Él lo bendijo!
Cuidado con las sugerencias que usted recibe, analícelas para ver si están de acuerdo con la Palabra de Dios.
Obedecer es una elección. ¡Es la decisión de poner en práctica lo que Dios ordena y listo!
La mayor honra que el ser humano puede recibir del Creador es ser llamado hijo de Dios.
No es difícil entender la Palabra, pero al que no es espiritual se le dificulta aceptarla.
Dios Se alegra cuando asumimos nuestros errores, pedimos perdón y no culpamos a los demás por ellos.
La promesa más importante es recibir al Espíritu Santo, ¡esa es la promesa de las promesas!