11 de diciembre
¡Dios no puede perdonar a quien no perdona!
La Presencia de Dios en alguien es Su Espirito. Por eso, cuando alguien tiene al Espírito Santo, tiene todo.
Sus sueños lo llevan a la frustración, pero el sueño de Dios lo conduce hacia la Salvación.
El sueño de Dios es habitar en nosotros, sin embargo, Él no lo cumple hasta que no nos entreguemos incondicionalmente en Su Altar.
El justo no vive buscando la aprobación de los demás. ¡Su preocupación es agradar a Dios!