28 de agosto
La vida no se mide por lo que dura, sino por lo que usted da.
¡El que se acerca a Dios con fe jamás seguirá con el corazón desesperanzado ni de manos vacías!
¡Aunque las respuestas que usted desea parezcan tardar, el Señor es perfecto en Su manera de actuar, y delicadamente hace la obra que tanto necesitamos!
Recuerde: usted no fue comprado por una nación o denominación, ¡sino por la sangre preciosa de Cristo!
La ansiedad es uno de los peores enemigos de la fe. Confíe en Dios y combata ese sentimiento.
No se apoye en sus conocimientos, en su riqueza, en sus conquistas, ¡sino en la fe en Dios que lo llevó a la Salvación!