El jueves 24 se realizó la charla de la Terapia del Amor, donde los presentes aprendieron que el mal trabaja incansablemente para separar a las familias, como sucedió con Adán y Eva. Pero Dios nunca desistió del ser humano, ¡Él siempre quiso y quiere residir en su interior!
Dios siempre intentó habitar en el hombre, y, aunque su plan no se concretó en Noé, Él no desistió y siguió intentando cumplirlo.
Luego, lo intentó con Abraham, un hombre idólatra, pero que tenía una fe inteligente, y eso fue lo que Le llamó la atención al Altísimo.
Después, lo intentó con Moisés, cuando le ordenó construir un Santuario para que el pueblo se acercara a Él. En aquella época, aún no existía el Espíritu Santo, pero sí estaba el Tabernáculo donde el pueblo podía acercarse a Dios.
Más adelante, Dios dio a Su propio Hijo para que por la fe todos pudiéramos estar con Él, y así Él pudiera habitar en nosotros mediante el Espíritu Santo.
Muchas veces las personas creen que lo que les falta es una persona a su lado, pero lo que realmente les falta es la presencia del Espíritu de Dios, ¡el Residente!
Comente qué fue lo que más le llamó la atención de la charla de hoy.
«¡De aquí en adelante, todo será diferente!»
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