Muchas veces nos enfocamos en ver los errores de los demás y dejamos de ver los nuestros
«El orgullo del hombre lo humillará, pero el de espíritu humilde obtendrá honores” Proverbios 29:23
El miedo de ver o saber nuestras debilidades nos ciega de la verdad.
Cuando conocemos a Dios, Él nos muestra nuestra realidad, nuestros errores y en qué necesitamos cambiar. Al mismo tiempo, nos muestra la salida y la solución.
La raíz de los problemas familiares se resume en no reconocer nuestros puntos ciegos y errores.
Coméntenos, ¿estuvo presente? ¿Qué fue lo que Dios habló con usted?
“De Aquí en Adelante Todo Será Diferente”
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