Los seminaristas de Argentina, que están siendo preparados para servir YA, donde Dios los necesite a cada uno, también aprendieron que a quien mucho le es dado, mucho le será cobrado.
— Lo que nos es dado comienza con lo que oímos de Jesús, si lo practicamos o no, ¡nos será cobrado!
— El peor pecado que alguien puede cometer es mirar hacia atrás, negar su propia palabra. Jesús es el ejemplo que debemos seguir de esto; fue despreciado, rechazado pero, aún así, Él no deshonró Su propia Palabra.
— El peor incrédulo no es el que conoce la Palabra, sino el que ya la conoce, la predica y no la practica.
Y llamó al niño Icabod, diciendo: ¡Traspasada es la gloria de Israel! por haber sido tomada el arca de Dios, y por la muerte de su suegro y de su marido. 1 Samuel 4:21
— Si le damos la espalda al Altar, nuestro apellido pasará a ser Icabod, es decir, no está más la gloria de Dios, ella se fue porque la Presencia de Dios fue despreciada.
— El hombre y la mujer de Dios son temerosos, humildes, pero de sangre fría, no se dejan llevar por sentimientos ni emociones, hacen lo que tiene que ser hecho.
— Jesús fue enviado para salvar, no para realizar sueños. Y el que tiene el ideal del Señor Jesús no desea cumplir sus sueños personales, sino el de su Señor.
— Cuando alguien dice “yo merezco” significa “no soy más siervo”, “no creo en el galardón”, “no soy siervo ni hijo de Dios”
— Dios conoce lo que hay en el interior de cada uno, las intenciones. Si usted quiere un título, ser esposa de pastor, etc., eso tarde o temprano será revelado.
— La Obra de Dios no puede ser hecha indolentemente, sino que tiene que ser hecha diligentemente.
• Cuéntenos, ¿qué fue lo que más le llamó la atención del Seminario de hoy?
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