Una noche maravillosa para todas las familias, las parejas y los solteros que estuvieron presentes en la Terapia de la Familia, en el Templo de los Milagros, Argentina.
Aprendimos que no basta decir con palabras que se es una buena persona, es necesario demostrarlo con actitudes.
Debemos reconocer si somos buenos o malos. Ser malo no es cometer asesinatos o errores grotescos ante la sociedad, sino herir emocionalmente a una persona que consideramos importante o incluso a nosotros mismos.
Si queremos ser una buena persona, debemos tener en mente que la base de eso es nuestra relación con Dios; es decir, si estoy unido a la fuente del bien, consecuentemente, me volveré una buena persona.
«Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley: que el mal está en mí.» Romanos 7:21
Nuestra naturaleza humana siempre está inclinada hacia el mal. Por eso, aunque queramos el bien, el mal siempre estará presente, pero nuestras decisiones definirán si queremos o no el bien en nuestras vidas.
La Palabra revela nuestros errores, pero no para condenarnos, sino para que los confesemos, recibamos el perdón de Dios y tengamos paz. Este es el amor que el Creador nos ofrece.
Para ser del bien, debemos pertenecerle a aquel que es el dueño de todo el bien, debemos formar parte de la fuente del bien, Dios.
Cuéntenos, ¿cuál fue su experiencia en la Terapia del Amor?
Obispo Júlio Freitas
¡Nos vemos en la IURD o en las Nubes!
#IglesiaUniversal
#TemploDeLosMilagros
#DeAquíEnAdelanteTodoSeráDiferente
