Es un deber de cada uno de nosotros, que decimos ser siervos de Dios, examinarnos constantemente y dejar que el propio Dios encuentre espacio para hacer Su obra en nosotros.
Debemos perdonarnos y seguir adelante, ¡entender que el pasado es pasado y que Dios ya nos perdonó!
Probar a Dios es
1.º Obedecer Su Palabra.
2.º Exigir el cumplimento de Su Palabra.
3.º Actuar basados en Su Palabra.
El que tiene una alianza con Dios obedece (practica) Su Palabra y, por eso, nunca está solo.