Usted puede negarlo, pero es siervo de alguien
Mientras este mundo incita a las personas a ser ambiciosas, autosuficientes, a pensar primero en sí mismas, sin que «nadie les dé órdenes», la Palabra de Dios deja claro que, de alguna manera, usted siempre escucha y sigue las órdenes de alguien. Observe:
«Por cuanto no SERVISTE a al Señor tu Dios con ALEGRÍA y con GOZO de CORAZÓN, por la ABUNDANCIA DE TODAS las cosas, servirás, por tanto, a tus enemigos que enviare el Señor
•contra ti,
• con hambre y
• con sed y
• con desnudez, y
• con falta de todas las cosas; y
• Él pondrá yugo de hierro
• sobre tu cuello, hasta destruirte.» Deuteronomio 28:47-48
La verdad es que nosotros siempre seguiremos a alguien, por eso, elija bien a su señor y después no se queje.
«Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas.
El afán y la ansiedad. Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida,
• qué habéis de comer o qué habéis de beber;
• ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir.
• ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?» Mateo 6:24-25
¡Nos vemos en la IURD o en las nubes!
Obispo Júlio Freitas