Elecciones correctas para el 2021
Hace parte de la naturaleza humana juzgar antes de estar enterado de los hechos. Y eso sucede con todos. Los padres por ejemplo; al escuchar las quejas de los hijos, deben antes de tomar cualquier actitud, estar seguros de lo que realmente aconteció. Esa misma norma debe ser aplicada en la vida laboral y civil, en general, hasta en la Obra de Dios que es compuesta por hombres, que somos fallos. A ejemplos de un pastor que tiene que resolver un problema entre dos obreros o miembros de la Iglesia. Para eso, él no puede tomar ninguna actitud sin antes estar totalmente enterado de los acontecimientos.
¿Sabe por qué? Porque eso evita que haya injusticias y parcialidad. En un proceso judicial, el juez necesita escuchar testigos y ver pruebas antes de la sentencia. No sería justo que él tomara sus decisiones, sin antes entender lo que motivó la acción.
Cuando el ser humano actúa después de tener conocimiento de los sucedido, él muestra las siguientes cualidades: prudencia, equilibrio, justicia.
El ingenuo cree toda palabra, pero el prudente mide bien sus pasos. Proverbios 14:15
Delante de esa Palabra del Espíritu de Dios, por medio de Salomón, entendemos que la persona que es injusta, o sea, que no se comporta de manera sabia y prudente, actúa sin muchos cuidados, cree en todo lo que le dicen, sin buscar saber si es cierto. Pero el prudente no. Él está atento, a sus actitudes delante de una situación y no se deja llevar por lo que escucha.
Por lo contrario, el prudente hace los que está escrito en 1 Tesalonicenses 5:21
examinen todo, retengan lo bueno.
La Palabra del Altísimo es clara, antes de tomar cualquier actitud y escoger uno de los lados, tenemos que examinar, analizar y escuchar los hechos, y solamente después, emitir una opinión, si es que su opinión es necesaria.
Por eso, cuando usted siervo de Dios, fuera convocado para resolver un problema u orientar a una persona, no se deje lleva por el calor de la emoción, por lo contrario, actúe de forma prudente y justa.