¿Acaso su amor se está enfriando?
Es muy triste ver la indiferencia de las personas con respecto al sufrimiento del prójimo, pero ¿sabía que esta es una de las últimas señales del fin de los tiempos? Observe:
“… y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará.” Mateo 24:12
Este “de muchos” también abarca a los que son de la fe, y no solo a los incrédulos.
Ante tanta tecnología, modernidad, conexión, la verdad es que, más que nunca, en toda la historia de la humanidad, el ser humano se volvió frío para el amor al prójimo, y eso sucede cuando nos volvemos egoístas.
Vemos una sociedad más preocupada por sus propios quehaceres, por sus intereses que por los del prójimo. Las personas no quieren saber sobre el dolor ajeno, sobre la necesidad de los que están a su alrededor, tanto conocidos como desconocidos. A causa de ese egoísmo nace la frialdad.
No obstante, el egoísmo no es más que la falta de conocer al Creador.
Dios creó todas las cosas y solo después creó al hombre para gobernar, para cuidar. Él creó todo para el bienestar del ser humano, para que tuviera lo mejor y no le faltara nada. Si Dios fuera egoísta, no lo hubiera hecho así, o no le hubiera dado autonomía al hombre, ¿verdad?
Pero Dios es amor, compasión e incluso, después de que la humanidad se revelara contra Él, el Señor demostró una vez más que no es egoísta, sino que dio lo más valioso, al más importante, a Su único Hijo, por amor a nosotros.
“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a Su Hijo unigénito, para que todo aquel que en Él cree, no se pierda, mas tenga Vida Eterna.” Juan 3:16
Ante esto, la pregunta que nos queda a los cristianos es: ¿Acaso hemos seguido el ejemplo del buen samaritano? ¿Acaso les hemos dado lo que recibimos de Dios a las personas, o hemos actuado como religiosos y solo pensamos en recibir las bendiciones de Dios?
Piense en lo que puede hacer por el prójimo, tanto por los conocidos como desconocidos, y sepa que su ayuda no está limitada a las cuestiones económicas; más que donar alimentos, usted puede donar algo precioso a los que sufren, su tiempo.
A través de usted, Dios Se manifestará en este mundo para salvar a los que están perdidos.
¡Si está dispuesto a hacer la diferencia en esta sociedad egoísta, escriba su comentario de cuáles son las acciones que hará para demostrar el amor que Dios le dio!
¡Nos vemos en la IURD o en las nubes!
Obispo Júlio Freitas