¿Cuándo tenemos paz en Jesús?

«Estas cosas os he hablado para que en Mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, Yo he vencido al mundo.» Juan 16:33

¿Cuándo tenemos paz en Jesús?
Cuando reconocemos nuestros pecados, los confesamos y los abandonamos.

De esta manera, removemos el pecado de nuestra vida, el Señor Jesús nos perdona y nuestro adversario, el acusador, el diablo, no tiene nada con qué acusarnos delante de Él ni puede impedirnos tener paz con Dios.

El Espíritu Santo, orientando a Tito y a los verdaderos cristianos sobre cómo no darle oportunidades al mal para acusarnos, dijo así:

«… presentándote tú en todo como ejemplo de buenas obras; en la enseñanza mostrando integridad, seriedad…» Tito 2:7

Vea que no basta solo saber, hablar o enseñar, debemos practicar. Las obras son acciones, actitudes, decisiones, reacciones, es decir, mucho más que palabras o conocimiento.

«… palabra sana e irreprochable, de modo que el adversario se avergüence, y no tenga nada malo que decir de vosotros.» Tito 2:8

Cuando en nosotros no hay malas obras, corrupción, irreverencia, hipocresía, sino un lenguaje sano e irreprensible, el adversario (los demonios) no tiene nada con qué acusarnos, porque estamos justificados delante del Padre.

Con nuestra conciencia pura, en paz, porque estamos pensando, mirando, escuchando, hablando y actuando de acuerdo con la Palabra de Dios, Su voluntad, estamos seguros de que el mal no puede acusarnos de nada.

¿Cuándo tenemos paz en Jesús?
Cuando vivimos según la fe sobrenatural, en total obediencia a Su Palabra. Cuando no nos dejamos influenciar por nadie ni por nada de este mundo, de esta sociedad corrupta.

¿Cuándo tenemos paz en Jesús?
Cuando, aun siendo afligidos, estamos animados en la fe, en nuestra vida con Dios.
El Señor Jesús dijo que en este mundo tendríamos aflicciones, pero que tuviéramos buen ánimo, ¡porque Él venció el mundo!

¿Quién permanece animado aun en medio de las aflicciones y no desanimado?
¡Los que son templos del Señor Jesús!
Porque el Espíritu Santo vive dentro de ellos y están absolutamente seguros de que un día vivirán con Él en el Cielo de los cielos, por toda la eternidad.

Ahora bien, preste atención:
LA PAZ SOLO LLEGA DESPUÉS DE VENCER LAS GUERRAS.

¿Por qué solo en Jesús alcanzamos la verdadera PAZ?
Por tres razones básicas:

1.ª ¡Él nunca perdió una guerra!
Ni en el Cielo, contra la rebelión de satanás y sus ángeles.
Ni en la tierra, contra los pecados de los hombres incrédulos, orgullosos e ingratos.
Ni en el infierno, contra la muerte.

2.ª Él venció el pecado por nosotros, porque:
No pecó.
No se corrompió.
No se enorgulleció.

3.ª Él venció la muerte:
Resucitó de entre los muertos.
Dio pruebas infalibles de Su resurrección.
Se sentó a la derecha del Padre, sobre todos los querubines, serafines, ángeles y arcángeles.

Nosotros tenemos motivos de sobra para creer, amar y servir al único y verdadero Dios vivo, el Señor Jesucristo.

Atención, auxiliares de pastor, obreros y evangelistas, busquemos tener paz en Jesús, de esta manera:
Venceremos las aflicciones (que son más graves que los problemas).
Nunca desanimaremos (en medio de las decepciones, de los problemas, de las humillaciones y de las oraciones no respondidas).
Venceremos el mundo (las tentaciones y vanidades, y no volveremos a la vieja vida, al pasado equivocado).

Reflexione sobre esto y compártalo para ayudar a alguien.

¡Nos vemos en la IURD o en las nubes!

Obispo Júlio Freitas