¿Dónde ocurre la destrucción más grande de la humanidad?

“No temerás el terror de la noche, ni la flecha que vuela de día, ni la pestilencia que anda en tinieblas, ni la destrucción que hace estragos en medio del día”. Salmo 91:5-6

¿Cuál es la destrucción que hace estragos en medio del día? ¿Cuál es el mayor estrago que puede sufrir una sociedad? Eso ha ocurrido a nivel nacional, continental y global, y es en el seno familiar, esa es la respuesta.

El seno familiar que se estraga, se echa a perder porque no hay comunicación, no se miran a los ojos, no se dicen “por favor”, “muchas gracias”, “¡qué rica está la comida, mamá!”, “¡qué bueno es estar acá juntos papá!” “¡qué bueno es estar reunidos a la mesa con ustedes, mis hijos!”. 

Ya no hay más unión familiar ni convivencia, cada uno come a su horario y no se comunican. Es muy triste porque ya no se prioriza el momento de estar a la mesa con la familia para el desayuno, el almuerzo, la merienda o la cena a la noche. No hay diálogo, y eso hace estragos no solo en la familia, sino que también se refleja en la sociedad, porque la sociedad depende de la familia. Si no hay familia no hay sociedad, y si no hay una sociedad equilibrada, unida y respetuosa no hay una nación fuerte, un pueblo fuerte con valores, con principios morales, civiles, familiares, y se echa todo a perder.

Yo viví en Europa por más de trece años en diferentes países como Inglaterra, España, Portugal, y visité todos los países de Europa, y le afirmo que un país puede tener la mejor educación, puede tener una economía estupenda, una infraestructura del primer mundo, pero si no existe la familia, no existe el país, no sirve, no añade valores a otras personas ni a la sociedad ni al mundo.

Los maestros que forman profesionales están de acuerdo con esto, la universidad y la ciencia pueden enseñar muchas cosas, pero hay cosas que solo en el seno familiar, en el hogar las aprendemos, es allí, de padres a hijos, entre hermanos, entre los tíos, los primos, donde se aprenden valores, y no en la universidad o en los institutos.

Los profesores hacen su importantísimo trabajo de enseñar en las escuelas, en las universidades y en los institutos, pero la educación se consigue con la convivencia diaria y empieza en el hogar, alrededor de la mesa de su hogar, aunque sea una mesa pequeñita, no importa el tamaño ni la belleza de la mesa de su casa. La gran mesa de las mansiones muchas veces no tiene lo principal, una familia unida alrededor de la misma, en cambio muchas mesas pequeñas y humildes sí la tienen, y allí hay principios y valores.

Por eso, usted que dice “mi mesa es muy pequeña, yo soy una persona muy humilde”, no se engañe pensando que no tiene una familia o un hogar unido porque no tiene prosperidad, no confunda las cosas, estamos hablando de valores espirituales, morales y familiares. Eso es lo que blinda a una familia de esos estragos —en plural— de los que habla el Salmo 91 en el versículo 6:

“…la destrucción que hace estragos en medio del día…”

Si usted no quiere que el terror de la noche le asuste, ni que las flechas que vuelan de día le alcancen, ni que la pestilencia que anda en las tinieblas le toquen, ni que la destrucción que hace estragos en medio del día le afecte, entonces haga su elección, esté en el Abrigo del Altísimo, ¡porque allí estamos seguros, protegidos y bendecidos!

¡Que Dios bendiga su hogar, que Dios bendiga a su familia, que Dios bendiga a nuestra nación!

¡Nos veremos en la IURD o en las Nubes!

Obispo Júlio Freitas

#AvivamientoUniversalAmericaDelSur
#Eia!!!