El mayor acontecimiento de la historia de la humanidad está a punto de suceder en nuestros días
Cuando Dios planeó liberar a Su pueblo de la esclavitud y crear la nación por la cual vendría Su Hijo, satanás inspiró a las autoridades (el faraón) a matar a los niños. Esto sucedió en la época de Moisés, quien se volvió el libertador del pueblo de Dios:
«Entonces Faraón mandó a todo su pueblo, diciendo: Echad al río a todo hijo que nazca, y a toda hija preservad la vida.» Éxodo 1:22
Cuando Dios planeó liberar a la humanidad de la esclavitud del pecado y de la muerte espiritual, envió a los tres reyes del Oriente para adorar a Jesús. Sin embargo, en el nacimiento del Mesías, una autoridad, inspirada por el mal, ordenó que mataran a todos los niños menores de dos años:
«Herodes entonces, cuando se vio burlado por los magos, se enojó mucho, y mandó matar a todos los niños menores de dos años que había en Belén y en todos sus alrededores, conforme al tiempo que había inquirido de los magos.» Mateo 2:16
Nunca, en toda la historia de la humanidad, los niños y adolescentes fueron tan atacados por la vanidad; la promiscuidad; el abuso sexual, laboral y emocional; los medios de comunicación; las redes sociales; los vicios; la violencia en la escuela y dentro de sus propias casas; entre otras cosas.
Por eso, ¡podemos llegar a la conclusión de que el Señor Jesús está volviendo para arrebatarnos! Esto es tan cierto que todos los niños serán arrebatados con la iglesia.
Algo grande está por suceder, así como en la época del nacimiento de Moisés y del Señor Jesús; lo mismo sucederá en nuestros días.
Los niños son símbolo de pureza, sinceridad, dependencia, gratitud y amor, por eso el mal los ataca, para atacar a Dios, porque la alabanza pura sale de sus corazones.
«Mas Jesús, llamándolos, dijo: Dejad a los niños venir a Mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el Reino de Dios.» Lucas 18:16
El Señor Jesús nos enseña que debemos ser como un niño:
«Y llamando Jesús a un niño, lo puso en medio de ellos, y dijo: De cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el Reino de los Cielos.» Mateo 18:2-3
«… desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación…» 1 Pedro 2:2
¡Nos vemos en la IURD o en las nubes!
Obispo Júlio Freitas