Ellos despiertan antes que nosotros
Cuando despertamos, la vanidad y la mentira ya están de pie para intentar derrumbarnos. Por eso, hace más de un año, diariamente, en mi oración matutina, Le he pedido a Dios que me guarde, que aleje de mi corazón (alma) la vanidad y el orgullo, y ponga un guardia en mi boca para que no mienta.
Así como nos enseña la Palabra de Dios:
Vanidad y palabra mentirosa aparta de mí; no me des pobreza ni riquezas; mantenme del pan necesario;
no sea que me sacie, y te niegue, y diga: ¿Quién es el Señor? O que siendo pobre, hurte, y blasfeme el nombre de mi Dios. Proverbios 30:8-9
De esta manera, hemos motivado a los siervos de Dios, auxiliares, obreros y miembros a hacer lo mismo todos los días.
Sepa que Dios libra, aleja y guarda del mal y de los malos a aquel que pide, que se vigila, que Le teme y que no quiere pecar (cometer ofensas) contra Él.
¡Nos vemos en la IURD o en las nubes!
Obispo Júlio Freitas