La secuencia infalible
No es por acaso que las cosas acontecen. Todo tienen su razón de ser… especialmente en lo que dice respeto a las Cosas de Dios, porque Su Lógica sobrepasa a todas las otras.
Existe una razón inherente a todo lo que sucede en este mundo, aun que a la mayoría le gusta atribuir ciertos acontecimientos al destino, a la suerte, al azar o hasta mismo al acaso. Nada esta predestinado en nuestra existencia, en la realidad, somos nosotros quienes hacemos nuestro trayecto de acuerdo a las elecciones que hacemos (o no) a lo largo de nuestra vida.
Entre tanto la vida no tiene que ser un camino hecho a las ciegas, en lo cual nos vamos chocando en fallos y aciertos, sin que exista cualquier lógica subyacente a los mismos. El Propio Dios nos da pistas de cómo podemos obtener lo máximo de aquello que somos. Para eso, el Señor Jesús nos manda CLAMAR a Dios día y noche y SACRIFICAR (asumir esta fe con obras), porque satanás nos ACUSA de día y de noche.
Entonces, lo que el Señor Jesús quiere decir es que todas las acciones de nuestra parte son seguidas de reacciones a las mismas y el resultado final depende solamente de una única persona: ¡USTED! Jesús nos presenta la Lógica Divina, según la cual todo acontece (o deja de acontecer) en la vida humana:
1º Nosotros clamamos;
2º Satanás nos acusa;
3º Nuestro sacrificio da testimonio de nuestra fe;
4º Dios nos Justifica.
Si deseamos algo, tenemos que comenzar a actuar y si existe algo que llama la atención de Dios y Le hace inclinar Sus oídos es el CLAMOR, que es la oración fuerte, dura, sin vueltas y 100% imbuido de fe y sinceridad. El clamor es el grito desesperado del alma y por eso es el paso cierto para el inicio de la victoria:
1º NOSOTROS CLAMAMOS DE DÍA Y DE NOCHE:
“¿Y acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a él día y noche? ¿Se tardará en responderles?” (Lucas 18.7)
Entre tanto no es solamente Dios quien esta atento a nuestro clamor, el diablo también esta y por eso él reacciona. Así como nosotros clamamos de día y de noche, también él nos ACUSA con igual intensidad:
SATANÁS NOS ACUSA, DÍA Y DE NOCHE:
“Entonces oí una gran voz en el cielo, que decía: Ahora ha venido la salvación, el poder, y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo; porque ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche.”
(Apocalipsis 12.10)
Ahora nos toca reaccionar y la única reacción capaz de silenciar a satanás es nuestro SACRIFICIO-voluntario, que tiene que obedecer a ciertos criterios: pureza, sinceridad, verdad, totalidad y fidelidad, es decir, tiene que corresponder a nuestra fe y a los que esta en nuestro corazón.
NUESTRO SACRIFÍCIO DA TESTIMONIO DE NUESTRA FE:
“Por la fe Abel ofreció a Dios más excelente sacrificio que Caín, por lo cual alcanzó testimonio de que era justo, dando Dios testimonio de sus ofrendas; y muerto, aún habla por ella.” (Hebreus 11.4)
La acción final es la del Propio Dios, que después de analizar nuestro trayecto de fe, perseverancia y fidelidad nos JUSTIFICA y recompensa con la victoria.
DIOS JUSTIFICARÁ (O NO) A CADA UNO SEGÚN SU PROPIO TESTIMONIO (SACRIFICIO):
“Y si invocáis por Padre a aquel que sin acepción de personas juzga según la obra de cada uno, conducíos en temor todo el tiempo de vuestra peregrinación…” (1 Pedro 1.17)