Las 3 decisiones más sabias de mi vida
1) Haber asumido la fe inteligente en el Señor Jesús como mi Único Salvador;
2) Haber ofrecido mi vida como sacrificio vivo sobre Su Altar para salvar almas;
3) Haberme casado con alguien Bautizado con el Espíritu Santo—el mismo propósito, servir al Señor Jesús todos los días.