Las 5 cualidades que los demonios más odian de un pastor
Ser ejemplo en la palabra: viviendo lo que predica y honrando su palabra empeñada a Dios y a las personas.
Ser ejemplo en su comportamiento: sobre el Altar, fuera del Altar, en su oficina, en su dormitorio, en la calle, en la casa de sus familiares, en cualquier lugar.
Ser ejemplo en su amor a Dios, a la obra y a las almas: el amor bíblico es la fidelidad a Dios, a Su obra, con respecto al cuidado con los salvos, y a la evangelización de los que aún están perdidos.
Ser ejemplo de una fe inteligente: en el uso de la fe por medio de las obras. Una fe obediente, activa, práctica, resistente al mal y perseverante.
Ser ejemplo en su pureza: la pureza de su espíritu, la pureza de sus pensamientos, ideas, costumbres, palabras, actitudes, acciones y reacciones.
Observe que el Espíritu Santo concluye esta orientación dada al pastor auxiliar, Timoteo, diciendo:
«Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza.» 1 Timoteo 4:12
La pureza es lo que confirma que la Palabra, el comportamiento, el amor y la fe no se usan para ganar a otros y perderse, ¡¡¡no!!!
Cuando un pastor es puro, está apto para salvar, porque él está salvo.
¡Nos vemos en la IURD o en las nubes!
Obispo Júlio Freitas