¿Por qué Dios nos pide que seamos sinceros?
Siempre escuchamos que solo Dios es perfecto, sin embargo, Sus perfecciones morales deben estar implantadas en nosotros, a fin de madurar en la fe y avanzar hasta alcanzar una vida de santidad, perfecta e íntegra.
El Señor ordenó que fuéramos de esa manera, observe:
«Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto.» Mateo 5:48
¿Cómo cumplir esta orden?
El camino hacia la perfección con Dios empieza con la decisión de cada uno de ser sincero y practicar lo que es justo, por eso, las tribulaciones y las pruebas son necesarias en la vida de un verdadero siervo de Dios.
A fin de cuentas, estas forjan nuestro carácter y nos ayudan a desarrollar nuestra fe y comunión con el Altísimo.
Por ese motivo, en lugar de pedir personas, cosas o lugares, debemos pedirle a Dios en oración que superemos nuestras deficiencias, inclinaciones y manías. De esta manera, alcanzaremos el nivel de perfección que el Espíritu Santo nos exige.
Obs.: Esta es la razón principal por la cual Dios permite que pasemos por tribulaciones y aflicciones, y por la cual el Señor Jesús nos exige perfección, porque solo así ejercitamos la santidad y no nos perdemos.
La fe nos fortalece, pero la santidad nos perfecciona.
¡Juntos hasta el fin!
¡Nos vemos en la IURD o en las nubes!
Obispo Júlio Freitas