¿Qué hace Dios cuando Lo probamos? – Parte 2

Dios no cambio ni cambia, esa es básicamente la razón por la cual nos invitó a probarlo Observe:

«Porque Yo el Señor no cambio; por esto, hijos de Jacob, no habéis sido consumidos […] Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en Mi casa; y probadme ahora en esto, dice el Señor de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde.» Malaquías 3:7,10

En otras palabras, Dios estaba diciendo lo siguiente: «Si no están viendo la manifestación de Mi poder en sus vidas, si no están viendo las ventanas de los cielos abiertas ni la bendición abundante, que es el Espíritu Santo, siendo derramada sobre sus vidas y llenando cada área, es porque no Me han honrado en primer lugar, antes que todo».

Tal vez hasta da el diezmo, pero no es diezmista. ¿Cómo?

Entienda, las personas que son diezmistas dan sus diezmos, pero no todos los que dan sus diezmos son diezmistas. Es decir, el que es diezmista honra a Dios en primer lugar en todo, no solo con los 10 % de lo que recibe económicamente.

Por eso, si no ve al devorador siendo reprendido en su vida, sepa que no fue Dios el que cambió, sino que usted aún no cambió y no Le ha sido fiel en todo.

Si las personas no ven la diferencia en usted, si no ven un antes y un después desde que empezó a diezmar, a dar sus ofrendas y a sacrificar, no es culpa de Dios, a fin de cuentas, Él dejó bien claro: «Porque Yo el Señor no cambio…».

Sin embargo, sepa que, a partir del momento en que se vuelva diezmista de todo en su vida; poniendo a Dios en primer lugar en absolutamente todo; desde el momento en el que despierta; incluyendo sus proyectos, sueños y planes, es decir, volviéndose el propio diezmo para Dios, puede estás seguro de algo: Dios no cambió, al contrario, ¡Él quiere cambiar su vida!

¡Nos vemos en la IURD o en las nubes!
Obispo Júlio Freitas