¿Usted es víctima de alguno de estos 4 males?
La mayoría de las personas piensan que si tuvieran dinero serían felices, por eso, se enfocan en una búsqueda desenfrenada por obtener más dinero y, cuanto más tienen, parece que menos tienen.
De acuerdo con lo que podemos ver en este video:
1.° La búsqueda inagotable por el éxito material
Estas personas tienen un vacío en su interior y corren detrás de una búsqueda inagotable por el dinero, la fama, la gloria y el poder. Muchos incluso pierden sus vidas prematuramente. Además, no disfrutan de lo que ya tienen o de lo más importante y que el dinero no puede comprar, como la fe en Dios, la paz en el alma, la familia, la naturaleza, la Iglesia Universal, las amistades sanas, ayudar a su prójimo…
2.° Las redes sociales y la tecnología
El mal utiliza las redes sociales y la tecnología en general para ocupar la mente del ser humano, lo enceguece y lo saca de su principal objetivo: el bienestar en su corazón, que es la paz y el resultado de un alma salva, sin miedo al infierno (la muerte eterna, estar separado de Dios por toda la eternidad).
Por eso, guarde su mente leyendo la Palabra de Dios y la literatura espiritual, por ejemplo, los libros del obispo Macedo; cada uno más práctico que el otro.
3.° Los entretenimientos virtuales
Los juegos, las actividades físicas que nos ayudan a ejercitarnos y a sociabilizarnos se convierten, a través de la inteligencia artificial, en juegos infantiles, violentos, promiscuos y maléficos. Lo que era «solo un entretenimiento rápido», para la mayoría termina siendo una dependencia y un vicio del uso inadecuado de la tecnología (antisocial, aislamiento social, horas por día en las redes, juegos, mundo virtual). Esta ha sido la raíz, la razón de la destrucción de muchas familias y el peor enemigo de muchos hogares hoy en día. ¡No sea tonto! Invierta su tiempo en cosas inteligentes, sanas, espirituales, familiares y educativas.
4.° El trabajo en exceso
Ah, ¡qué maravilla el trabajo! Dios nos da todo: la inteligencia, la salud, la fuerza, el oxígeno, el agua, el sol y todos los recursos naturales. Todo lo que necesitamos es trabajar con sabiduría, responsabilidad y moderación. Sin embargo, la mayoría de las personas ignoran al Creador y solo piensan en trabajar. De esta manera, descuidan su relación con Dios y con sus familiares, no socializan con amigos, no realizan actividades recreativas y no valoran la naturaleza…
La convivencia ya no existe, porque centralizan su atención en el trabajo, en los estudios, en los negocios, en el mundo virtual (celular, Tablet, redes sociales), y no en sus familiares, que están a su alrededor. De todo esto surgen los «accidentes», las palabras agresivas, el nerviosismo, los vicios, la promiscuidad, el desánimo y la depresión.
Bien, intenté ilustrar con estos videos y con estas explicaciones objetivas el cuidado que tanto usted como yo debemos tener porque, de lo contrario, sucederá lo peor, si usted insiste en ignorar las consecuencias de sus prioridades rutinarias equivocadas.
No se deje influenciar por los cinco sentidos ni por sus sentimientos, atracciones o fantasías:
«El Seol y el Abadón nunca se sacian; así los ojos del hombre nunca están satisfechos», Proverbios 27:20.
«Todo esto he visto, y he puesto mi corazón en todo lo que debajo del sol se hace; hay tiempo en que el hombre se enseñorea del hombre para mal suyo», Eclesiastés 8:9.
No permita que las creaciones del hombre lo dominen y arruinen su salud mental, física y espiritual, ni su vida conyugal, familiar, profesional y social.
¡Nos vemos en la IURD o en las nubes!
Obispo Júlio Freitas