¿Usted ha actualizado su mente?
El Espíritu Santo nos alerta que no debemos conformarnos a este siglo, es decir, no debemos adaptarnos a las costumbres de esta sociedad (mundo).
En cambio, cuando somos rescatados por el Señor Jesús, nuestra mente tiene que ser totalmente renovada, para que podamos transformarnos, nacer de nuevo y experimentar la voluntad de Dios, que es buena, agradable y perfecta.
Nuevas ideas, nuevas convicciones, nuevos principios, nuevos valores, nuevas metas, nuevos intereses, nuevas prioridades, nuevo entendimiento, todo se vuelve nuevo para el que, desconforme con esta sociedad, desea experimentar la voluntad de Dios.
Lea conmigo lo que está escrito en Romanos 12:2
«No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.»
La renovación de la mente se refiere a la necesidad de actualizar nuestro espíritu, y muestra en dónde se desarrolla la transformación.
La mente que se conforma con esta sociedad egoísta, corrupta e incrédula nos enferma mental y emocionalmente, y, sobre todo, espiritualmente. E incluso nos hace aceptar el mal como algo normal, sean enfermedades, vicios, violencia, traumas, pobreza, complejos.
La mente humana es perezosa por naturaleza, si usted no la actualiza, seguirá la corriente de la moda, la sociedad, las costumbres y nunca verá la buena, agradable y perfecta voluntad de Dios.
Obreros, el Señor Jesús está regresando para buscarnos y librarnos de la gran tribulación que está a punto de sobrevenir a la tierra en cualquier momento. Por eso, manténgase, espiritualmente, vestido de blanco; con su carácter irreprensible, con su fe inquebrantable y su vida ejemplar. De lo contrario, usted se quedará atrás.
No se adapte a las costumbres, a los problemas, a los malos ejemplos de esta sociedad; actualice su espíritu y mente de acuerdo con la Palabra de Dios. De esta manera, nada ni nadie lo manipulará.
Si usted aún no se entregó de hecho y de verdad, arrepiéntase sinceramente, entréguese ya, ahí, ahora, y priorice la búsqueda y el bautismo en el Espíritu Santo, sobre todas las cosas.
Recuerde: ¡Nos vemos en la IURD o en las nubes!
Obispo Júlio Freitas