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14 de octubre

Cuanto más nos Santificamos, menos nos preocupamos por las cosas de este mundo.

Somos amados aún más por Dios cuando damos.

Las madres absorben el dolor, el sufrimiento y la necesidad de todos en la familia…

A menudo somos olvidados por los demás, ¡pero nunca por Dios!

Muchos dicen: “Yo amo a Dios”, pero el amor no son solo palabras…

¡Tarde de fe y milagros junto al pueblo de Mar del Plata!

Estas personas fueron consumiendo el «vino» de esta sociedad y, poco a poco, sin darse cuenta, fueron disolviendo su fe inteligente…

El que tiene comunión con Dios nunca está solo.

El peligro no es la formación, sino la soberbia de los formados…