13 Diciembre
Si queremos ayudar a nuestra familia, debemos ser un ejemplo a seguir.
La muerte puede venir tan rápido como el abrir y cerrar de ojos, ¡así también vendrá el Señor Jesus! Esté listo para ambos.
No espere que las cosas acontezcan, exija el máximo de si mismo, tornándose el agente de su propio milagro.
La comodidad es uno de los pecados más peligrosos y mortíferos, porque, al contrario de lo que muchos piensan, ella pasa desapercibida.
Lo que usted quiere que acontezca no depende de Dios y sí de su acción fuera de lo común, en obediencia no a su YO o a las circunstancias, ¡mas sí a la Palabra De Dios!
Cuando somos sellados con el Espíritu de Dios, nos tornamos automáticamente separados de este mundo.