23 de diciembre
Dios no desiste de nadie. Mientras usted respire, Él siempre le extenderá la mano.
No es ningún secreto que los grandes campeones han tenido que sacrificar parte de sus vidas para alcanzar sus sueños.
Dios Se alegra cuando asumimos nuestros errores, pedimos perdón y no culpamos a los demás por ellos.
Una noche maravillosa para todas las familias, las parejas y los solteros que estuvieron presentes en la Terapia de la Familia, en el Templo de los Milagros, Argentina.
En las últimas semanas hemos estado 100 % enfocados, para que usted recibiera la mayor promesa que Él nos dejó: el Espíritu Santo.
La promesa más importante es recibir al Espíritu Santo, ¡esa es la promesa de las promesas!
Dios quiere habitar en nosotros para que seamos Su templo, ¡que propuesta maravillosa!
Hoy estuve con los seminaristas de toda la Argentina, y cada uno de ellos escuchó la palabra que Dios le había preparado.