Los primeros frutos – las primicias del año nuevo en la canasta
Los que honran y sirven al Dios vivo tienen motivos de sobra para alegrarse…
Los que honran y sirven al Dios vivo tienen motivos de sobra para alegrarse…
Los que el Altísimo escogió fueron llamados a la santidad, es decir, a guardarse de todo tipo de corrupción e inclinación pecaminosa.
Sea sincero en lo que sale de su boca. ¡Y comience a disfrutar de las maravillas de vivir una vida recta ante Dios!
Establezca sus metas y presénteselas a Dios, porque sin Él todos los planes se frustrarán.
Hay una enfermedad de la fe que se llama DESESPERANZA. Así como existe la esperanza también existe la enfermedad llamada desesperanza.
¡Ya tengo en mis manos los pedidos de toda Sudamérica para llevarlos al Monte Sinaí!
¡Quien practica el perdón es fuerte! ¡Perdónese a sí mismo y a los demás, pues el perdón no cambia el pasado, pero sí el futuro!
La conciencia en paz nos deja seguros, motivados, equilibrados y listos para los nuevos desafíos del año que iniciamos.