Sacrificio Trino – 4.ª parte

¿En qué está su confianza?

El sacrificio material, económico prueba dónde está nuestra confianza, nuestro corazón.

Dios le ordenó a Moisés que le pidiera al pueblo, no que lo obligara, sino que le pidiera, nadie es obligado a sacrificar lo material o lo económico para Dios, tiene que ser algo de la persona hacia Él, y vea de quién Él recibe el sacrificio:

“Y habló Moisés a toda la congregación de los hijos de Israel, diciendo: Esto es lo que el Señor ha ordenado, diciendo: «Tomad de entre vosotros una ofrenda para el Señor; todo aquel que sea de corazón generoso …” Éxodo 35:4-5

No todos están aptos para sacrificar, porque no todos tienen un corazón generoso. Ni todos están decididos a quitar el corazón — la confianza — de las cosas materiales y depositarlo en Dios. Y Dios no lo va a obligar, no lo va a maldecir, Dios no va a agarrar a nadie a la fuerza y le va a decir: “¡Vas a confiar en Mí!” “¡Saca la confianza que tienes en la empresa, en el dinero, en el aguinaldo, en el sueldo, en los bienes, en los ahorros y deposítala en Mí!”.

• Primero porque Dios no lo necesita, ¡Dios como Creador no necesita absolutamente nada!, Él es Autosuficiente.
• Segundo que Él, no acepta nada obligado, porque en lo obligado no hay fe, no hay confianza. Él espera esta actitud generosa, voluntaria, espontánea de cada uno de nosotros, expresando sin palabras que: “Yo creo, yo confío, yo quiero”.
• Tercero, que Él ya lo Hizo Su Sacrificio Voluntario por nosotros, y ahora espera que hagamos lo mismo por Él.
• Y la cuarta razón, que quien necesita sacrificar, somos nosotros, para desapegarnos de cosas y maduramos en nuestra fe, confianza, obediencia, dependencia de Dios en la práctica.

“… todo aquel que sea de corazón generoso, tráigala como ofrenda al Señor: oro, plata y bronce…”

y sigue con la lista de todo aquello que cada uno podría ofrecer dentro de sus posibilidades.

Y para los que dicen “pero eso es en el Antiguo Testamento”, vea lo que Dice Jesús refiriéndose al Reino de los Cielos en los versículos 45 y 46 del capítulo 13 del Evangelio de Mateo — el Reino de Dios aquí en la Tierra es el Espíritu Santo en nosotros y después de la muerte heredaremos la Vida Eterna, el Reino de los Cielos, no por haber dado dinero o bienes a la Iglesia o a Dios, porque nadie compra la Salvación, recibimos la Salvación a través de la entrega de nuestra vida a Jesús como Señor Único y Suficiente Salvador—:

“El Reino de los Cielos también es semejante a un mercader que busca perlas finas, y al encontrar una perla de gran valor, fue y vendió todo lo que tenía y la compró”.

Para usted que nos está juzgando, condenando, censurando… porque estamos asociando la transformación de vida, la Hoguera Santa, Dios, con la trinidad del sacrificio espiritual, emocional y por fin el monetario, o económico, si quiere criticar, critique a Jesús, porque fue Él Quien Enseñó y dejó registrado en Su Palabra y comparó al Reino de los Cielos con una perla de gran valor que, para adquirirla, uno tiene que deshacerse de todo, pero de forma voluntaria. El mercader no fue obligado, lo hizo porque creía y quería obtener aquella perla que valía más que todas las demás que poseía, que era de gran valor.

Así es para recibir el Espíritu Santo, cuando nosotros Lo Valoramos más que a nuestro propio yo, más que todas las personas y todas las cosas, sacrificamos espiritualmente, emocionalmente y económicamente, para recibirLo, y así tenemos la mayor riqueza y pasamos a ser hijos de Dios y, consecuentemente, el esposo, el padre, el ciudadano, el profesional, el cristiano que debemos ser, y con una observación, un detalle, ¡realizados en todo!

Ob. Julio F.
¡Nos veremos en la IURD o en las Nubes!

#IglesiaUniversal
#TemploDeLosMilagros
#DeAquíEnAdelanteTodoSeráDiferente

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